Esto me recordó que hace unos días le repetí cuatro veces a mi jefa que faltaban "los zumos de tomate", y ella casi apenada por haber entendido primero los sumos, luego los hummus y hasta los humos. Y así podíamos seguir, porque yo ni que me esfuerce. También soy defensora acérrima de mi acento, y me gustó mucho este texto.
Cada variedad de español tiene sus particularidades y, en efecto, son parte de la identidad. Ocurre, incluso, internamente: ¿cómo es la realización de la /s/ en posición final e implosiva de nuestros gochos y cómo la de los que somos de otras zonas del país? Y te dirán muchísimos que ellos no la aspiran porque "no hablan mal". Entiendo que hay contextos (doblaje, locución, actuación) en los que exigen modificar la forma de hablar. Pero, fuera de ese ámbito, ¿por qué sentir complejo? Allá, por ejemplo, está el caso de los andaluces: ¿hablan mal? Pues no. Es un rasgo dialectal. La estandarización es mas factible en el ámbito académico, concretamente en la escritura. En la oralidad, muy difícil.
Lamentablemente pasa. Algunos españoles del interior liman su acento para acercarse al madrileño, porque supuestamente es ese el «neutro». Asumo que el hecho de que la televisión y la radio se emite desde aquí impulsa esa creencia.
Andrés, gracias por reflejar esta realidad tan presente en nuestra diáspora. Yo también, como tú, he asumido la defensa de nuestro acento. Y aunque debo admitir que involuntariamente se ha "licuado", no dejo de enorgullecerme cada vez que alguien solo con escucharme me dice "eres venezolano, verdad?"
Esto me recordó que hace unos días le repetí cuatro veces a mi jefa que faltaban "los zumos de tomate", y ella casi apenada por haber entendido primero los sumos, luego los hummus y hasta los humos. Y así podíamos seguir, porque yo ni que me esfuerce. También soy defensora acérrima de mi acento, y me gustó mucho este texto.
Muchas gracias, Orianna!
Nuestro acento es parte de lo que nos hace únicos.
Cada variedad de español tiene sus particularidades y, en efecto, son parte de la identidad. Ocurre, incluso, internamente: ¿cómo es la realización de la /s/ en posición final e implosiva de nuestros gochos y cómo la de los que somos de otras zonas del país? Y te dirán muchísimos que ellos no la aspiran porque "no hablan mal". Entiendo que hay contextos (doblaje, locución, actuación) en los que exigen modificar la forma de hablar. Pero, fuera de ese ámbito, ¿por qué sentir complejo? Allá, por ejemplo, está el caso de los andaluces: ¿hablan mal? Pues no. Es un rasgo dialectal. La estandarización es mas factible en el ámbito académico, concretamente en la escritura. En la oralidad, muy difícil.
Un abrazo, Andrés.
Lamentablemente pasa. Algunos españoles del interior liman su acento para acercarse al madrileño, porque supuestamente es ese el «neutro». Asumo que el hecho de que la televisión y la radio se emite desde aquí impulsa esa creencia.
Un abrazo!
Andrés, gracias por reflejar esta realidad tan presente en nuestra diáspora. Yo también, como tú, he asumido la defensa de nuestro acento. Y aunque debo admitir que involuntariamente se ha "licuado", no dejo de enorgullecerme cada vez que alguien solo con escucharme me dice "eres venezolano, verdad?"
Un gran abrazo! Disfruto mucho tus líneas.
Gracias, Hasler!