Quilomberos
—Quejas… Quinientas quejas… ¡Quiero quebrarlos!
—Quédate quieto, querido.
—¿Queda queroseno?
—¿Que qué?
—Quítate. Quemaré quienquiera que quede quisquilloso.
—Quizás quebrantaste quicio…
Resistencia
«Recrudecida represión», retransmitía radioaficionado regional. «Rebeldes reclaman referéndum revocatorio; régimen revolucionario reparte ráfagas», relataba.
Reclutas, riéndose, recargaban rifles. Resonaban revólveres. Retumbaban rítmicamente.
—Ríndanse ratas —repetían represores.
«Rodeados, recibieron ruda reprimenda», reseñó resignado reportero. «RIP».
Se solicitan soluciones
Sistema sanitario saturado. Sangrante sector.
Su sibilina solidaridad soviética suprime solventar sucesos. Siempre sectarios.
Solventes sargentos sobrealimentados (simbólicas siluetas) sopesan sobres. Sin sobresaltos sugieren subir sobornos.
Semejantes sujetos…
Satisfechos, saborean suculentas subvenciones. Su sustento socialista.
Sí, siguen secuestrando, saqueando suelos salvajemente.
Socorro.
Silenciosa sociedad sofocada.
Siniestros sujetos saben segmentar, separar, someter.
Seguiremos siendo serviles, supongo, simulando sufragios. Supervisados, sumisos, suplicando salvoconductos.
Solo señalo sufrimiento suramericano.
Suficiente, señores. Sacudámonos.
Sentenciado, silbo ‘Signos’ — Soda Stereo, sonorizando solemne sino.